Nada es serio en el Perú

Perdido en lo más profundo de mis sentimientos, sumergido entre las contradicciones de la realidad y la fantasía, navegando hacia la deriva y sin rumbo conocido. Así me encontraba hace ya algún tiempo, tratando de dar un sentido a las cosas, tratando de alguna manera de comprender ¿por qué suceden?, tristemente he llagado a la conclusión – nuevamente muy a mi pesar – que existen muchas cosas que no podemos controlar por más que sepamos como resultaran y de la manera en que deseamos que suceda.

Me he reencontrado nuevamente con mi país, aquel que me vio nacer, aquel del cual aprendí que la pobreza no es una limitación sino un obstáculo para poder sobresalir, que las limitaciones nos la creamos para justificar nuestra mala suerte en la vida, volví a mi barrio y a mi familia después de tanto tiempo. Al pasar los días me di cuenta de que yo había cambiado mucho, a pesar de que siempre fui de pensamiento muy “liberal” y de mente abierta a todo tipo de conocimiento y/o comportamiento humano, observe con mucha pena que las cosas que antes me gustaban o los lugares que frecuentaba ya no tenían el mismo significado, que con el pasar de los años y el cambio en el modo de vivir había hecho un pequeño  agujero en mi vida logrando por un momento olvidar el lugar de donde vine y lo que tanto esfuerzo me costó conseguir.

Es difícil controlar una serie de sentimientos tan contradictorios especialmente al ver como tu gente de alguna u otra manera se conforma con lo que tiene y no lucha por tratar de cambiar su pequeña realidad, si cada uno empezara por hacer algo diferente para sí mismo y por el bien común de los demás al final el resultado sería el cambio parcial y a futuro total de las cosas, logrando así mejorar su nivel de vida social y personal.

 Tiene mucho que ver en esto la falta de educación, los medios de información ( prensa, televisión y radio) los cuales bombardean muy sutilmente los pensamientos de la gente y que se ven embrutecidos y convertidos en unas simples marionetas del poder verdadero, aquel poder que nos hace comportarnos de la manera más irracional pero “absolutamente de la forma más correcta”.

Si ya dentro del seno familiar se pueden apreciar sentimientos como la envidia, el conformismo, la ignorancia, la desidia, el oportunismo, el miedo, la codicia, el resentimiento y tantas otras cosas que de alguna manera influirán en nuestra manera de actuar; ya que es ese seno por el cual crecemos y nos hacemos “ciudadanos responsables”, alcanzaremos la mayoría de edad para poder elegir y decidir sobre nuestras vidas y el destino de nuestra nación.

Aquellos ciudadanos que alguna vez eligieron a los “responsables” de gobernar y de llevar adelante un “proyecto de gobierno” para poder surgir como un país con miras a futuro, si aquellos “ciudadanos” hubiesen tenido la oportunidad de conocer otros países, otras costumbres y modos de vida rompiendo la burbuja que los envuelve, estoy casi seguro que las cosas serian muy diferentes en mi querido Perú.

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