Ni tu, ni yo

Coincidimos en Paris en un congreso mundial sobre enfermedades endémicas  al cual acudí muy a mí pesar ya que había dejado atrás mucho trabajo pendiente en la clínica y mi familia de la cual no me separaba hace mucho.

Al verla se me vinieron tantos recuerdos a la mente, en muchos de los cuales ella formo parte importante en mi vida, pero por azares del destino nos separamos, sin saber porque.

Hola Lizbeth,  ¿Cómo estás?

Muy bien Robert, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos en Rio de Janeiro, ¿recuerdas?, en aquella conferencia que diste sobre La Prevención y Control de la Malaria, por aquel entonces yo era una estudiante y por casualidades del destino hoy somos los expositores en este congreso. Recuerdo que me decías  que siempre llegaría muy lejos y que no desfalleciera en mis intentos de conseguir aquellas metas  por lo que tanto esfuerzo, sacrificio y privaciones me había costado y mírame ahora, hemos coincidido después de tantos años, aunque para ser sincera a veces me pregunto si en realidad valió la pena.

Mientras me hablaba, recordé la primera vez que la vi, aquella sonrisa que me cautivo, aquella dulce mirada e inteligencia que siempre ame, llego a mi vida justo en el momento oportuno. Ella sin quererlo se había convertido en mi cómplice de tantas locuras, compartimos buenos momentos en la universidad y también fuera de ella, pero como todo en esta vida tiene un final y cada uno tiene una historia que escribir, sin quererlo y sin saberlo por azares del destino dejamos de vernos y más tarde tuve que viajar fuera del país para continuar mi carrera profesional.

En España conocí a Noelia, una hermosa mujer, soñadora y por sobre todo muy cariñosa y amable  con todo el mundo, llena de un gran espíritu indomable de alegría con mucha falta de maldad, ella sin quererlo tenia las cosas que me hacían falta para sentirme casi completo, nos casamos y formamos una familia

Robert, me estas escuchando?

Perdóname Lizbeth, 

Te invito a cenar esta noche, tengo una reserva en el Jules Verne, ya que un gran amigo mío es administrador del restaurant y me debe un favor.

De acuerdo, nos vemos a las 8….

Ya en la cena, conversamos sobre muchas cosas que pasaron en nuestras vidas, le conté que me case en España hace ya 6 años, que tengo 2 hijos maravillosos los cuales son mi adoración, mis estudios de especialización en la Universidad Autónoma de Madrid, en algún momento sentí que estaba monopolizando la conversación, no quería que llegara el momento en que me contaría cosas que quizás no quisiera oír, pero al final lo inevitable decidí con mucho temor  preguntar que había sido de su vida.

Me conto que se enamoro un par de veces  y que trato de rehacer su vida sentimental sin mucha suerte ya que sin quererlo buscaba algo que nunca llego a encontrar y que por más que lo intentó  siempre se complicaron las relaciones, que no había podido olvidar a aquel hombre maravilloso que  conoció años atrás y con el cual compartió muchas ilusiones, aquel hombre que le enseño a no rendirse y a luchar por conseguir lo que uno se ha propuesto en esta vida.

Después de oír tal “confesión”, me atreví a preguntar…

Aun lo extrañas?, más de lo que te imaginas – contesto-

Siempre pienso en que hubiera sido de nuestras vidas, si nuestros caminos no se hubieran separado, siempre lo recuerdo cada vez que oigo una canción titulada Ni tu ni yo y como cariñosamente me llamaba palomita…..

(Extracto de Memorias de mi vida )